martes, 18 de noviembre de 2014

25. Año bisiesto.





Ayer fue el cumpleaños de mi ex hermano. ¿Se puede tener un ex hermano? ¿Se puede dejar de ser hermano? Siempre me había preguntado cuándo festejaría él, en caso de haber nacido un 29 en vez de un 28. ¿Hubiera cumplido sólo cada cuatro años? Ahora me pregunto si está vivo y, de ser así, cómo hace para poder hacerlo. (Me refiero a vivir.)
El tema de la misma sangre, ese famoso determinismo. Siempre será así, nada lo podrá cambiar. Ser hermanos, misma sangre, a pesar de los resultados en contrario arrojados por los análisis que todos nos hicimos para determinar cuál de nosotros sería el donante de médula para nuestra hermana: yo era distinto al resto, casi totalmente. Mismo grupo sanguíneo, distintos antígenos. Entre ellos, casi idénticos y, a su vez, mucho gen de mi madre. Yo era el diferente, similar a mi papá; sólo podría donar plaquetas después de ser filtradas. Anyway: one blood!
Mi hermano se hace pasar por médico, nunca hizo la residencia, pero tiene una cueva para lavar dinero. Puso un servicio de diagnóstico por imágenes con los equipos que se afanó del sanatorio. Esta actividad la usa como fachada para encubrir la verdadera, la de usurero, la de prestamista. Supe que también cambia cheques. Con el capital que se robó, armó la financiera trucha. ¿Cómo es posible? ¿Es Shylock García, el personaje de Agustín Cuzzani? (Una libra de carne, la versión argentina de El mercader de Venecia, la hicimos en teatro en el colegio.)
¿Siempre habrá sido así Sergio y yo no me di cuenta o fue un cambio acelerado por los esteroides que le dio mi papá? ¿Pudo haberse contagiado Analía de la maldad al recibir la médula de Sergio? Esta Analía no es la misma.

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