viernes, 12 de diciembre de 2014

268. La cúpula de la DAIA y de la AMIA.



Una vez por mes, se reunían en comité, el embajador y los dirigentes de la comunidad judía en Argentina. El maté de ese día se hizo en la residencia del embajador. Vivíamos en el mismo edificio. (En el departamento del que mis hermanos secuestraron a mis padres.) Mi papá y el embajador se encontraban con frecuencia a charlar, indistintamente en su casa o en la nuestra.

En Wall Street todas las pantallas se habían congelado con la imagen en ruido blanco. Nadie entendía nada. Las transacciones en Buenos Aires estaban suspendidas. CNN mostraba el cielo de esa parte de la Capital Federal cubierto por una enorme nube de polvo. Tenía forma de hongo. Era cierto, era altamente probable que mi papá estuviera en la embajada ese día.

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